Estimado Sr. Ivanovic
Le escribo esta carta porque
hace seis días, me informaron de que había sido destituido de
su cargo. Lo primero, me gustaría decirle
que le agradezco de corazón todo lo que ha hecho por el club del que
presumo por estos mundos de Dios, con orgullo.
La verdad es que las cosas
no iban muy bien, no nos engañemos, y tanto usted como yo sabíamos
que la, no por esperada, fatal noticia, podía hacerse realidad en
cualquier momento. En mi opinión, le diré que no me han gustado las
formas en las que le comunicaron que tenía que hacer las maletas, ya
que creo que durante estos diez años, se ha ganado el suficiente
respeto como para que, aún sabiéndolo todo el mundo, se le hubiera
transmitido la sentencia en otro lugar que no fuera un frío
vestuario, para luego dejarlo a los “leones” y, aunque antes
había salido el presidente, tener que decir, hundido y me imagino
que sin ganas de nada, que el encuentro con el Blusens Mombús era el
último en el que había estado como entrenador vitoriano. Un OLE,
como dicen por estas tierras, por haber dado la cara en estos
momentos difíciles, y haberlo hecho como un SEÑOR.
Aunque en lo personal, estoy
bastante enfadado con usted, por el feo detalle que tuvo hacia un
gran amigo mío hace unos años, en lo profesional y deportivo, le
tengo un gran respeto. ¿Por qué?, porque ha sido uno de los
artífices de que haya llorado, reído, enfadado y casi hasta haber
tenido que llamar a un cardiólogo para que estuviera de guardia cada
vez que había un partido importante de mi equipo. Pero, siempre hay
un pero, esto no significa que no llegue a reconocer que su salida
igual era lo mejor para todos, incluido usted. El tiempo, y solo el
tiempo, dirá si su marcha, ha sido beneficiosa o no.
Últimamente, ya no era el
Sargento de Hierro que tantas veces hemos visto en el campo y en las
ruedas de prensa. Se había convertido en un “Cabo chusquero” de
tres al cuarto, con un ejército de postín, por no decir otras
cosas. Le veía cansado, como si hubiera tirado la toalla y se
hubiera abandonado a su suerte. Realmente no se el por qué de esta
situación, pero cuando alguien tiene todo en contra, es más difícil
mantener su estado mental y ser uno mismo, por lo que en el fondo,
puedo llegar a entender su posición. Siempre alababa y me
maravillaba la forma que tenía de luchar contra las adversidades,
que han sido muchas en estos 10 años, y su forma de recuperarse de
los golpes, deportivos, que sufría el equipo. Pero ya no era así,
con la mirada perdida y con los brazos cruzados, pululaba por la
banda muchas veces, como si ya no tuviera ganas de luchar más por un
equipo, su equipo, y, en algunos casos, una afición, su afición,
que le daba la espalda.
Muchos de esos, jugadores,
aficionados, etc....que le daban la espalda, silbaban y que en
algunos casos le faltaban al respeto con insultos y desprecios, no
todos, “lloraron” su marcha cual plañideras pagadas para hacer
un paripé en un entierro. Nunca he entendido, y esto ya es a nivel
personal, que se ponga a “parir” a una persona y que cuando ya no
esté, se diga lo maravillosa que era, solo porque, de cara a la
galería, queda políticamente correcto. Si a mi hay alguien que no
me cae bien, o que pienso, como he leído alguna vez, que es un
cancer para, en este caso, un equipo, no quiero que le pase nada
malo, eso no se le desea a nadie, pero tampoco cuando ya no está,
digo que era una persona magnífica y enumero sus éxitos y logros. O
callo o me ahorro las palabras bonitas. Si a alguien se le tiene
respeto y se le reconocen sus valores y sus logros, se hace a las
duras y a las maduras. Pero cada uno es dueño de sus palabras y
pensamientos, y aunque no lo comparta, hago lo que muchos no han
hecho con usted, respetarlo.
Hay dos dichos que dicen lo
siguiente : “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” y “
De fuera vendrán, que bueno te harán”. Yo, siempre con respeto,
he de decirle que, aunque me hubiera gustado que siguiera como
capitán de este barco, espero de corazón que cualquiera de esas dos
frases con, en cierto modo, sentido, no lleguen a hacerse realidad.
¿Por qué?, porque si alguna de las dos tuviera razón en este caso,
significaría que el equipo va de mal en peor, y yo, Sr. Ivanovic,
siento decirle, y estoy seguro de que lo entenderá, que mi corazón
es del Baskonia mucho antes de que usted llegara a mi ciudad y
consiguiera ponernos en el mapa europeo y nacional. Por lo tanto,
espero y deseo que nunca nos tengamos que llegar a dar cuenta de lo
que hemos perdido, si no que cuando hablemos de usted digamos que fue
uno de los mejores, si no el mejor, entrenador de la historia del
club. Por otra parte, también espero y deseo que el nuevo
entrenador, no le haga mejor, si no peor, porque esto significará
que el Baskonia ha ido a avanzado con paso firme y sigue por buen
camino.
Algo que no entiendo muy
bien, es que la afición haya llegado al punto de dividirse, sí, ha
leído bien, dividirse, entre Duskistas y no Duskistas, e incluso
entre buen aficionado y mal aficionado, cosa que, hablando claro, me
parece la chorrada más grande del mundo, pero me da pena y me
preocupa quizás más, que el devenir del equipo en estos momentos.
No entiendo los enfrentamientos entre unos y otros, sus “yo soy
mejor y tu peor”, “tu no te mereces estar aquí y yo sí”, “yo
apoyo y tu no”, etc, etc.....ya que siempre, nos hemos distinguido
por haber estado unidos, remando al mismo tiempo y hacia el mismo
sitio, sin importar realmente quienes estuvieran, si no lo que siempre
nos ha mantenido juntos, un sentimiento, una forma de vida, el
BASKONIA. Quizás, y sólo quizás, si hubiéramos sido todos uno,
las cosas, por una parte, habrían cambiado, pero eso es otra
historia.
Como ya le he dicho yo soy
del Baskonia desde que nací, desde mucho antes de que este club,
este sentimiento, llegara a ser lo que es hoy, no me he subido al
carro porque se pusiera a ganar títulos como si no costara, cosa que
han hecho muchos, y este sentimiento que a veces pienso que no es
bueno, y que tengo hacia el equipo de mi ciudad, es lo
suficientemente importante para que, a partir de ahora, apoyar a su
sustituto con todas mis ganas, ya que lo que me importa no es el
nombre de quien juegue o quien lo entrene, lo que me importa es que
sea cual sea el que lo dirija o el que meta las canastas, sienta los
colores y lleve al equipo hasta las cotas más altas, en otras
palabras, se parta el pecho por lo que este club significa para
muchos. En este caso, estoy convencido de que si ese “ejercito de
postín” que tenía este año, lo hubiera hecho, yo ahora no
estaría escribiendo esta carta. Por mucho respeto que le tenga,
siento decirle, que espero que el Baskonia vaya a mejor día a día,
y que si su salida implica que esto suceda, haré borrón y cuenta
nueva y “simplemente” le recordaré como lo que ha sido, al menos
para mí, el mejor entrenador de la historia del club.
No le voy a comentar lo que
opino del nuevo entrenador, porque creo que hay que dejarle trabajar,
ni lo que pienso del vergonzoso encuentro, que sus, ahora,
ex-¿jugadores?, realizaron en su último partido de la Euroleague en Kaunas, ya que, en mi
humilde opinión, Tabak, no tiene la culpa de haberse encontrado con
una panda de niñatos mal criados, igual que usted tampoco la tenía
de que el profesionalismo en algunos de ellos, brille por su
ausencia. Por otro lado, también le comentaré, que aunque usted,
hay que reconocerlo, tuviera una parte de culpa, táctica, en el
juego de sus pupilos, no era la persona que tendría que haber pagado
por todos los males. Pero, en este caso le voy a dar la razón a tito
Josean, es más fácil echar a uno que a 11.
De todas formas, y esto
ahora que no nos lee nadie queda entre usted y yo, le diré dos
cosas. La primera, es que me alegro de que, contra el Zalguiris, no estuviera
dirigiendo al equipo, ya que creo que no se merece el mal rato que
tuvo que pasar su sucesor en esos bochornosos cuarenta minutos y la
segunda, que prefiero un partido y un equipo patético con usted, que
con otro entrenador.
Sin más me despido
Sr.Ivanovic, no sin antes decirle que espero de corazón que allá
donde vaya y donde esté, todo le sea propicio, que cuando vuelva por
el Buesa Arena, todos, y digo TODOS, se pongan de pie para
aplaudirle, y que su realidad, la del Baskonia y la de los
baskonistas SIEMPRE sea más bonita que sus sueños.
Pues te diré que estoy de acuerdo contigo que a Dudko le debemos mucho y que debemos agradecerdelo. También en que ha sido hasta ahora uno de los mejores, si no el mejor entrenador del Baskonia.
ResponderEliminarPero esta temporada ya se había empezado con dudas sobre el, en verano se hablo de algún entrenador, que no se exactamente porque no llego. Lo que tengo claro es que una vez que se empezó la temporada con Dusko debería de haberla acabado .
También pienso como tu que le recordemos para bien y no para echarle de menos. Estoy convencido que si vuelve al Buesa todos le aplaudirán. Siempre hemos sido una afición ejemplar y lo demostraremos.